INGMAR BERGMAN

Desde adolescente quedó maravillado por las infinitas posibilidades del espectáculo, en particular del cine y el teatro. Se licenció en literatura e historia del arte con una tesis sobre Strinberg. Dirigió hasta 1942 el Teatro Universitario y fue ayudante de dirección en el gran Teatro Dramático de Estocolmo. Luego paso a ser guionista en la productora del Estado. Antes de dirigir el Teatro Dramático en 1963, lo hizo en varios teatros de provincias. En 1945, su primera película, Crisis, obtuvo una fría acogida. Sólo con su sexto film, Prisión, fue reconocido por el público y la crítica de su país, y con Sonrisas de una noche de verano, en 1955, en el resto del mundo. A partir de entonces, los éxitos y los premios en Cannes, Hollywood, Venecia y Berlín se multiplicaron. En 1976, por problemas fiscales, abandonó Suecia, instalándose en Munich, donde creó su propia productora. Ahora, de vuelta a su país, vive y sigue trabajando en teatro y escribiendo.